Diablo IV, el último gran éxito de Blizzard, no ha dicho su última palabra. Tras una campaña espectacular que nos dejó a uno de los mejores villanos de la franquicia, el estudio quiere continuar con la historia de Neyrelle y Mefisto en Vessel of Hatred.
Este nuevo contenido nos lleva a las majestuosas selvas de Nahantu, lugar al que se dirige Neyrelle con la piedra del alma que encierra a Mefisto. Sin embargo, el demonio ha comenzado a corromper a la joven, despertando poderosos males que se encontraban ocultos en la selva, los vacuos. Este nuevo mal pone en riesgo a una región que hasta la fecha se había mantenido alejada de los males que azotaban al mundo de Santuario. Tras una espectacular cinemática marca de la casa, vemos la llegada de Neyrelle a este exótico lugar.
Nahantu, un soplo de aire fresco
La región de Nahantu, se plantea como una de las principales novedades de este DLC. La extensión de esta selva es similar a la de otras regiones del mapa del juego base, lo que significa que tardaremos horas en recorrerlo y descubrir sus secretos. Artísticamente es uno de los mejores trabajos realizados por la compañía. La selva está llena de detalles, contando con una clara inspiración de culturas como la Maya. Así pues, podremos ver grandes ciudades o pequeños asentamientos que cuentan con una arquitectura nunca antes vista en la franquicia.
Acompañando a este cambio de bioma, se nos presentan enemigos inéditos, los vacuos. Seres de sombras y odio que nos pondrán las cosas muy difíciles durante toda la aventura. Asimismo, la campaña también nos presenta a nuevos personajes muy bien desarrollados e interesantes. Detalles que acompañan a una historia que se va complicando paso a paso y que nos sumerge cada vez más en el mundo de los espíritus de Nahantu. Realmente he vivido una experiencia única durante mi partida en este DLC. Muchos de los nuevos personajes, tanto villanos como coprotagonistas, se sienten muy bien integrados en este mundo y logran captar la atención del jugador durante la aventura.
El regreso de los mercenarios
Parte de estos nuevos personajes son los mercenarios. Estos ayudantes están de vuelta con un gran protagonismo dentro de la aventura. A poco que avancemos durante la historia tendremos la oportunidad de llevar a un mercenario con nosotros, además de realizar búsquedas de otros personajes como Subo, el cazarrecompensas. Cada uno de ellos cuenta con un estilo de juego único que se podrá potenciar y ajustar gracias al sistema de afinidad. Esta mecánica nos permitirá obtener beneficios de nuestros mercenarios, y podremos mejorarlos realizando misiones con ellos o acabando con los enemigos.
El mimo con el que se ha tratado a esta región me ha recordado en ocasiones a la obra de Isabella Allende, El Bosque de los Pigmeos, debido a la importancia capital que tiene en su cultura y en su combate contra el incipiente mal de Santuario. A cada paso que damos, nos empapamos en una cultura de respeto hacia la naturaleza. Y es que, la selva parece totalmente aislada de los males que azotan a Santuario.
Espíritus a mí
Asimismo, la importancia de los espíritus es tal, que el equipo ha desarrollado una clase especializada en el uso de los mismos en combate. El Espiritualista, es una novedosa clase que se suma al combate contra las fuerzas del mal gracias al poder que consigue de los espíritus de la naturaleza. A este respecto, el Espiritualista puede obtener ataques de cuatro elementos diferentes. Los ataques físicos, impulsados por el espíritu del gorila, ataques de fuego potenciados por el jaguar, venenosos gracias al ciempiés o bien eléctricos gracias al ave.
Cada una de estas ramas nos muestra aspectos jugables totalmente diferentes y hacen que tengamos líneas de juego totalmente únicas. Igualmente, tengo que decir que, a los mandos, me ha resultado una clase muy divertida y se siente muy bien pensada por parte del equipo. Sus ataques básicos son rápidos y pueden recordar en cierto modo al mítico Monje.
Un Endgame mejorado en Vessel of Hatred
Como fan de Diablo IV sentí, como muchos otros jugadores, que el endgame no ofrecía una experiencia realmente satisfactoria. Es por este motivo que la compañía se ha puesto manos a la obra para mejorar este apartado gracias a Vessel of Hatred. Así pues, lo primero que hay que tener en cuenta es que se han ajustado muchas cuestiones relacionadas con la experiencia de endgame gracias a un parche que llega junto al DLC.
Por otro lado, Diablo IV nos presenta un nuevo tipo de mazmorra de alto nivel que me ha encantado. La infraciudad nos permite viajar a terrenos infestados de diferentes criaturas que cuentan con un tiempo límite. Este tiempo podrá ser aumentado si, mientras avanzamos por la misma, derrotamos a grupos de enemigos que se encuentran marcados en el mapa. De igual forma, si queremos conseguir mejores recompensas tendremos que encender una especie de braseros espirituales y derrotar a todos los enemigos que invoquen una vez los activamos. Si conseguimos avanzar por la infraciudad hasta llegar al último piso, tendremos que enfrentarnos a un poderoso jefe final para luego acceder al botín. El hecho de tener tiempo límite hace que estas mazmorras sean mucho más dinámicas y divertidas, poniéndonos en muchas situaciones límite.
Nuevo contenido a raudales
Otra de las mejoras que llegan con la expansión es La Ciudadela Oscura. Una experiencia de carácter cooperativo dedicada al endgame que nos propone brutales combates en mazmorras contra jefes. Este modo de juego estará disponible si entramos de entre 2 a 4 jugadores. Allí tendremos que derrotar a poderosos jefes, además de superar mazmorras que en más de una ocasión nos obligarán a dividirnos.
También tenemos un nuevo sistema de mejora, como son las palabras rúnicas. Las palabras rúnicas nos permiten llevar el poder del personaje un paso más allá, permitiéndonos contar con habilidades nunca antes vistas en ciertas clases. Existen un total de 17 runas ritual y 28 runas de invocación. Dependiendo de cómo las combinemos, obtendremos un efecto u otro.
En definitiva, Diablo IV: Vessel of Hatred…
Con todo esto, podemos decir que Vessel of Hatred es una de las mejores expansiones que ha recibido la saga. El mimo depositado salta a la vista desde el primer momento, la historia sobre Neyrelle y Mefisto cuenta con muchos matices, giros de guion y unos personajes secundarios simplemente memorables. Por si fuera poco, el Espiritualista es una clase única que ha venido para quedarse. En definitiva, no pierdas la oportunidad de ponerte a los mandos de este nuevo contenido.
Desde aquí queremos dar las gracias a Activision Blizzard por el código que nos ha permitido realizar este análisis.
Acerca del autor
Psicólogo amante de los juegos cooperativos, el RPG y de disparar a todo aquello que se mueva.